Nos hemos subido a la ola de la Industria 4.0 de los alimentos, ya que queremos cumplir con la demanda de calidad de nuestros consumidores. Según la normativa europea en materia de alimentos CE 1924/2006.

La Industria 4.0 consiste básicamente en colocar sensores que recopilan información en forma de contenido digital o datos. La implementación de estos dispositivos en los puntos estratégicos de una fábrica brinda información invaluable sobre toda la cadena de valor. Imagina poder tener el control de todas las incidencias relacionadas con su producto en un ordenador, desde cuándo se inicia el proceso, parámetros, la temperatura a la que se procesan y hasta la rapidez con se realiza.

Todos los dispositivos y máquinas de la fábrica estarán interconectados para ser más eficientes, quedando de todo ello un registro que por vía wifi o red que es almacenado.

No basta solo con tener la información, también hay que aprovecharla, el análisis avanzado de datos con Inteligencia Artificial permite tomar mejores decisiones, regulando la intensidad de producción, detectando los errores de producción de los alimentos, haciendo inventarios en tiempo real, aumentando el rendimiento de materia prima y detectando el exceso de stock, son sólo unos pocos de los beneficios que la Inteligencia Artificial y sus algoritmos matemáticos presentan de manera inmediata y oportuna a los tomadores de decisiones.

Los modelo digitales en la Industria Alimentaria 4.0 que simulan desde el desarrollo de un producto hasta toda una planta de producción. Aquellas empresas del sector alimentos y bebidas interesadas en implementar cambios, pueden reducir sustancialmente la cantidad de prototipos necesarios y predecir el rendimiento de la producción con este modelo virtual que desarrolla los cambios a lo largo de todo el ciclo de vida. Lo anterior permite predecir fallos, optimizando los recursos y evitando inversiones poco rentables.